El acta de titularidad real es un documento en el que se recoge la información relativa a los beneficiarios finales o titulares reales de una empresa. Esto significa que en dicho acta se detalla quién o quiénes son las personas físicas que, en última instancia, poseen o controlan la empresa, ya sea de manera directa o indirecta.
Esta acta surge como medida para combatir el blanqueo de capitales, un mal bastante común hasta el 28 de abril de 2010, momento en el que entra en vigor la Ley 10/2010 de Prevención de Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo (que se complementó por el Real Decreto 304/2014, del 5 de mayo, en el que se aprueba el reglamento de la citada ley).